domingo, 31 de mayo de 2015

Tardes de domingo.

"Perdona si te llamo amor..."
La misma película una y otra vez, helado de trufa, el sofá y tu alma fuera de tu cuerpo.
Mientras ves la película puedes permitirte aislarte por momentos puesto que ya te sabes hasta los diálogos y mientras te vas alejando de ella vas pensando en algo que perturba tu mente, algo que te preocupa porque siempre hay situaciones que te hacen volver... volver a esa persona. Aquello que ya creías tener superado o que llevabas súper bien, pues permíteme decirte que no, que todo es mentira. Si duele aun es que no lo has superado y si no lo has superado no puedes llevarlo bien, básicamente no lo llevas es algo que está ahí y que resurge de lo mas profundo de ti cuando menos te lo esperas o cuando menos quieres y eso es a lo que se le suele llamar coincidencias, situaciones extrañas o destino.
Ya una vez que vuelves a pensar en ello suele durarte un par de días, días de recuerdos y dudas junto a la misma película de siempre que ya nunca terminas de ver porque odias que ese final no sea el tuyo y que tampoco puedas cambiarlo.
Días en los que matas el tiempo con cualquier tontería que pilles o te refugias en los libros para así llevar una vida que no sea la tuya por cuestión de tiempo y de páginas.
Por cierto hago hincapié en la "película" porque ahora mismo es mi situación, es mi película ahora mismo y también me escondo entre libros porque a veces es mejor no ver ni sentir lo que tenemos en nuestro interior.